jueves, 18 de febrero de 2016

Susurro de barrio



Su andar de gacela, su sensual taconear
doblando la esquina del bar, su sonrisa
repartiendo estrellas a los saltimbanquis
del barrio... Me miraba y el sol, la luna
y la brisa sobraban... Amor de fango, amor
silvestre..., tierna alegría... Mientras
tanto todo era tan bueno... todo era tan simple!...

La amé por la rambla desierta, en aquellas
crudas tardes invernales, con el viento sur
cruzando desde la bahía y las olas rompiendo
contra el murallón... En ese destemplado
paisaje, nuestra sensación térmica en la
locura del amor, mientras las gaviotas
planeaban sobre las olas y el maquinista
del lento tren carguero nos pitaba y se reía...
La amé cuando el saco no me alcanzaba para
abrigar sus sueños, ni para el maní con
chocolate y mucho menos para una entrada
al cine Capurro..., salvo cuando el "petizo"
Benze me hacía un guiño y en el intervalo de
contraseñas nos colábamos en la matinée...
La amé cuando iba al almacén del armeño
Bartán a comprar con libreta, y al dar
vuelta la esquina por Coraceros para abajo,
yo salia detras del árbol y cruzaba la calle
corriendo a robar los pájaros de sus labios
carnosos... La amé a media luz en aquel pasaje
de adoquines con transparéntes complices,
mientras la luna cuhicheaba en su pelo un
cuento con fragancia de jazmínes y glicinas...
La amé en primavera sentados en las escalinatas
del parque donde charlabamos con palabras
sencillas y tiernas bajo los tibios rayos
del sol, y entre los colores de las mariposas
descubriamos los placeres del amor... La amé
a escondidas de su padre que era albañil, y
cuando mis manos buscaron las faldas, supe
que todo el calor de febrero estaba escondido
en sus muslos... La amé cuando la lluvia caía
sobre aquel galpón de cinc en la carpintería
del ruso y yo la miraba dormir mientras dibujaba
remolinos en su melena azabache... Suspiraba, era
hondamente mía... Que me querés!! que te quiero!!
... que siempre seremos!!... Amor de fango, amor
silvestre, tierna alegría, todo era tan bueno...
todo era tan simple!...

Después..., después por las calles del olvido
corriendole un telón al corazón, vino la vida
con su tango de púrpuras y grises... Adiós castillo
de barajas el viento sur se lo llevó... Hoy después
de tanto tiempo volví al lugar que me esperabas...
Llueve!... todo esta cambiado, el parque lo han
cortado, la rambla señalizada, el bar cerrado,
hay otras caras, muros extraños y alumbrado...
pero nadie, nadie que me diga donde estas... si
vives aún... Llueve!..., para bien o para mal,
desde que me fuí de aquel lugar llevo amarrado
en mi andar un susurro de barrio...

jcp
Caracas