Razón de existir
El cabello recogido, enfundada en chaqueta y faldas...
-Cuando sales al mundo mujer... cuando muy temprano sales
de ti y abres la puerta de tu apartamento, subes al carro,
enciendes un cigarrillo y por esa serpenteante carretera
guías hasta el colegio de tu hijo, y luego de apurar un café
de máquina y otro cigarrillo, entre colas y semáforos por
el retrovisor vas coloreando tus labios rumbo a la oficina...
siento que olvidas por un instante, el universo de nueces que
en la cocina de tu hogar se sueñan almendras, que olvidas tu
silencio de talco que por las noches en la intimidad de tu
alcoba sobre la confidente almohada se siente rocío...
Cuando sales de ti mujer, siento que olvidas aquel duende de
paso que murió por tu mirar y no lo dijo, aquel árbol que te
pensó su flor y se hizo viento...
-Cuando sales al mundo mujer, con tus pupilas de niebla, siento
que te olvidas de las tardes de Bahía Blanca en las canas de tu
cálida y santa madre, y de aquella muñeca que en las siestas de
niña acurrucabas contra el anís de tus mejillas...
-Cuando sales al mundo mujer..., si! cuando sales al mundo
enfundada en chaqueta y faldas con tu compromiso a cuestas,
siento que para no naufragar olvidas por un momento tus tesoros
más profundos, tiernos y dulces...
-Cuando sales al mundo mujer, enfundada en ese aire profesional y
abres la puerta..., yo sólo quedo en la distancia, expectante...,
callado, como un duende de paso bajo el árbol sin flor, esperando
que algún fin de semana vuelvas..., que vuelvas despreocupada, de
franela y jean, con el pelo suelto y ese manso brillo de sol en
tu sonrisa...
jcp
Caracas
-Cuando sales al mundo mujer... cuando muy temprano sales
de ti y abres la puerta de tu apartamento, subes al carro,
enciendes un cigarrillo y por esa serpenteante carretera
guías hasta el colegio de tu hijo, y luego de apurar un café
de máquina y otro cigarrillo, entre colas y semáforos por
el retrovisor vas coloreando tus labios rumbo a la oficina...
siento que olvidas por un instante, el universo de nueces que
en la cocina de tu hogar se sueñan almendras, que olvidas tu
silencio de talco que por las noches en la intimidad de tu
alcoba sobre la confidente almohada se siente rocío...
Cuando sales de ti mujer, siento que olvidas aquel duende de
paso que murió por tu mirar y no lo dijo, aquel árbol que te
pensó su flor y se hizo viento...
-Cuando sales al mundo mujer, con tus pupilas de niebla, siento
que te olvidas de las tardes de Bahía Blanca en las canas de tu
cálida y santa madre, y de aquella muñeca que en las siestas de
niña acurrucabas contra el anís de tus mejillas...
-Cuando sales al mundo mujer..., si! cuando sales al mundo
enfundada en chaqueta y faldas con tu compromiso a cuestas,
siento que para no naufragar olvidas por un momento tus tesoros
más profundos, tiernos y dulces...
-Cuando sales al mundo mujer, enfundada en ese aire profesional y
abres la puerta..., yo sólo quedo en la distancia, expectante...,
callado, como un duende de paso bajo el árbol sin flor, esperando
que algún fin de semana vuelvas..., que vuelvas despreocupada, de
franela y jean, con el pelo suelto y ese manso brillo de sol en
tu sonrisa...
jcp
Caracas